lunes, 19 de mayo de 2014

La riesgosa influencia de los intereses comerciales en el quehacer audiológico costarricense

Quien no conoce su historia, está condenado a vivirla nuevamente... Este refrán refleja con exactitud el riesgo a las puertas del cual se encuentra la audiología nacional.

Solapadas, tras la aparentemente inocente idea de la creación de un Colegio de Audiólogos, se encuentran macabras intenciones comerciales que podrían ser letales para la profesión audiológica nacional.

El Colegio de Terapeutas

Hace pocos años, las profesiones terapéuticas unidas, en cuenta la audiología, que es una profesión de la rehabilitación,  lograron una gesta histórica, al separarse del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, consiguiendo así por fin regir sus destinos como profesiones dignas e independientes.
Amparados dentro del seno de este colectivo profesional tan importante y numeroso, nos encontramos los audiólogos, que a pesar de ser pocos, hemos sido acogidos, escuchados y defendidos por el colectivo profesional terapéutico, una poderosa razón, de no pocas que se tienen, para reclamar y defender nuestro lugar en este importante Colegio Profesional.
La valiosa ayuda del Colegio de Terapeutas no debe, ni puede ser olvidada por las y los audiólogos en nuestro país, además cabe destacar que, en el hipotético escenario de la creación de un Colegio de Audiólogos, nos encontraríamos solos, siendo menos de doscientos en total, con poca presencia y voz para defender nuestros intereses.

El ejemplo de lo que no hay que hacer

La Academia Americana de Audiología AAA,  puede ser un buen ejemplo de lo que no debemos hacer, si no queremos poner en peligro la profesión audiológica.
Recientemente, un conflicto con la casa comercial más poderosa en la venta de audífonos en Estados Unidos, ha hecho tambalear desde los cimientos a la AAA y hasta peligra ya claramente, la convención anual que otro hora fuera la más importante del mundo.
Cómo pudo llegarse a tal extremo?  La AAA empoderizó a esta empresa, que finalmente tiene más influencia y poder económico sobre el colectivo profesional, a tal punto de organizar su propia convención y desechar los intereses académicos en favor de sus intereses comerciales y particulares.

El empirismo y el ejercicio ilegal asechan ocultos en la idea del Colegio de Audiólogos propuesta en la Asamblea Legislativa

Gian Mazzoni, un importante ingeniero que desarrolla equipos de audiología me dijo una vez : No todo lo que es negro sobre blanco es cierto.
Aunque en principio la propuesta del Colegio de Audiólogos pueda pasar por buena idea, leyendo el texto se encuentran las claras intenciones de crear asistentes de audiología en el seno de casas comerciales y fundaciones, esto provocará que esta mano de obra barata y poco calificada, sustituya y deje sin trabajo, a los audiólogos profesionales graduados en universidades, todo ello en detrimento del servicio profesional que garantiza la formación universitaria y altamente cualificada,  perjudicando a las personas con discapacidad auditiva y en favor de inescrupulosos empresarios que sólo buscan abaratar costos y mejorar sus utilidades.
La espuria propuesta del Colegio de Audiólogos, busca también avalar el ejercicio ilegal de personal técnico, poco calificado, esto traerá consigo el deterioro de la formación audiológica y destruirá todo lo construido hasta hoy y nos devolverá a los años ochenta en la historia de la profesión.

Conclusiones sobre el proyecto de ley de creación del Colegio de Audiólogos

El proyecto, de la manera en que está planteado, defiende los intereses de un grupo de empresas privadas que intenta controlar el mercado audiológico nacional.

La propuesta de creación de un Colegio de Audiólogos, nos sacaría del seno del Colegio de Terapeutas y quitaría influencia y voz a la profesión, esto por el reducido número de profesionales en audiología que existe hoy día.

El proyecto defiende los intereses de personas ajenas a la profesión y a la academia, esto conduciría a la audiología a una involución, un retroceso que los intereses de la salud auditiva costarricense no puede permitirse.

Los audiólogos a nivel público y privado debemos estar alertas y oponernos a las macabras intenciones de estos egoístas comerciantes, que solo piensan en sus intereses económicos y no en el bienestar de los costarricenses.