En Costa Rica, país de derecho y libertad, se cuenta con un instrumento muy importante que debe ser cuidado y mejorado, la Ley de Contratación Administrativa y su reglamento.
La Seguridad Social, que se debe a sus asegurados, está en constante proceso de mejora en materia de evaluación auditiva y conforme al crecimiento de la necesidad de provisión de servicios de evaluación auditiva de alta calidad, ha iniciado una compra de equipos de audiología, para modernizar los recursos con los que cuenta para este menester.
Lamentablemente, es ya conocido, por las últimas y más viejas noticias, la ley tiene portillos y algunos funcionarios los pueden utilizar para corromper las compras en favor de empresas privadas y favorecer el monopolio o los intereses de unos pocos.
Recientemente asistimos a un nuevo procedimiento de megacompras de equipos, prótesis auditivas e implantes de oído, los cuales son promovidos por la institución, pero están redactados a medida de marcas que tienen representación exclusiva, con requisitos excluyentes para favorecer a un solo oferente y que están fiscalizados por un solo funcionario o bien por un grupo de funcionarios, que pertenecen a un mismo centro hospitalario y que están subordinados a un jefe, patriarca que maneja los hilos de las decisiones e influye en el resultado de la adjudicación.
Este sistema, planteado como está, terminará en lo que ya hemos visto reiteradamente en las lamentables noticias nacionales, escándalos de corrupción, impunidad y compras ineficientes de la seguridad social.
Las megacompras de equipos de audiología, implantes de oído y prótesis auditivas, deben ser fiscalizadas por notables grupos de profesionales de distintos centros hospitalarios públicos, que no estén subordinados entre sí, para garantizar la transparencia en el sistema de adquisición.
Las compras deben permitir la adjudicación por rubros o ítems, para que varios oferentes puedan participar y evitar así que un solo participante monopolice por años las compras de los equipos y prótesis auditivas.
La institución debe también respetar la ley de protección de las pymes y para ello, debe establecer mecanismos en la redacción de los carteles, en donde se permita a las pequeñas y medianas empresas participar, competir y ser elegibles, ya que estas empresas son las que más empleo digno generan a los costarricenses.
El final de esta historia es conocido, o se modifica el sistema de compras de equipo audiológico y prótesis auditivas en Costa Rica, para garantizar que se respeten los principios de eficacia, eficiencia y transparencia que promueve la ley o continuaremos en la senda de los escándalos, el despilfarro, la impunidad y la corrupción que ya conocemos en las tristemente reiteradas noticias de todos los días...