Al asistir perplejo a los acontecimientos que se suceden en los últimos tiempos, mi conclusión es que la audiología es un barco a la deriva, veamos un resumen del panorama actual en Costa Rica.
Colegiatura profesional
Existen ejerciendo la audiología, toda una gama de híbridos: técnicos en audiometría, diplomados en audiología, bachilleres en audiología, máster en Audiología, doctorado en audiología, fonoaudiólogas, doctores con posgrado en audiología, médicos audiólogos.
Todos estos diversos profesionales se agremian en dos colegios, el Colegio de Médicos y Cirujanos, en donde se tienen tres categorías pero no se tienen perfiles claros, categoría uno: capítulo de tecnólogos (donde se autoriza a los técnicos en audiometría, diplomados en audiología, bachilleres en audiología, a todos para que hagan lo mismo, como si sus programas de estudio fueran iguales, pero bajo una supuesta supervisión médica especializada, aunque en la realidad no existe y nadie sabe en qué consiste). Categoría dos: Profesionales Afines en medicina, donde se autoriza, aparentemente a aquellos que tienen estudios de licenciatura o posgrado en audiología o fonoaudiología, para que hagan lo mismo que hacen los tecnólogos, pero sin supervisión médica especializada y no existe tampoco diferenciación entre los autorizados, aunque tienen claras diferencias en sus planes de estudio. Categoría tres: donde se incorporan médicos que ejercen la audiología por alguna razón, ya sea porque tienen titulaciones en esta disciplina o simplemente porque parece ser que les gusta. El requisito para incorporarse es el que parece estar claro (hay que ser médico), y es el que tiene mayor coherencia, ya que los médicos se incorporan en el Colegio de Médicos, como debe ser.
Lo que no se entiende es que aún, habiendo un Colegio Profesional para agremiar a los audiólogos, algunos quieran ir a un colegio que no es el suyo, como un audiólogo en el colegio de médicos!
El Colegio de Terapeutas, al aprobarse la ley de creación de este Colegio, se pensó que al fin los audiólogos tendrían su casa, el Colegio de terapeutas definió rápidamente los perfiles y puso orden al ejercicio de sus agremiados, y los incorpora, diferenciando las competencias de bachilleres y Masters.
Los tecnólogos quedarían en el Colegio de médicos, ya que no existen programas abiertos de formación de estos técnicos.
Todo parecía tomar forma, hasta que llegaron los inconformes, que nunca hicieron nada por ordenar la situación, posiblemente porque, como dice el refrán, en río revuelto, ganancia de pescadores, estaban cómodos con la indefinición, seguramente los intereses económicos les llaman más la atención que los temas gremiales. Ahora, esos pocos líderes, que califico como negativos, han propuesto y apoyan un nuevo cisma, un proyecto de ley para la creación de un Colegio de Audiólogos de Costa Rica, en donde se podrían agremiar los nuevos graduados y los que quieran pasarse de los otros dos colegios, con lo cual, se tendría la posibilidad de estar hasta en tres colegios profesionales al mismo tiempo o en el que más le convenga o guste a cada quien, como si estuviéramos hablando de un club social o deportivo.
No contentos con todo esto, además han sido autores de ideas como fundaciones que forman técnicos express y de proponer leyes donde se autoriza a médicos y enfermeras a ejercer la audiología. A esto le llamo yo suicidio profesional, canibalismo gremial u homicidio audiológico. Porque además la propuesta de ley del colegio de Audiólogos, deja la puerta a la formación de técnicos asistentes, no se deja claro cómo, sin pensar es que ya hay audiólogos sin trabajo y con estos técnicos se sustituiría profesionales por mano de obra más barata (seguro que hay un interés económico detrás de esta idea).
No sólo de pan viven los audiólogos
Hay quien dice que los audiólogos no deben basar su actividad en vender audífonos. Veamos el panorama nacional :
Los principales empleadores de Audiólogos en la actualidad son dos :la Caja Costarricense de Seguro Social a nivel público (tiene las plazas llenas) y las empresas privadas de venta de audífonos.
El Ministerio de Salud, el Ministerio de Obras Públicas, el Instituto Nacional de Seguros, ni el Instituto Costarricense de Electricidad, no cuentan con audiólogos.
Tamizaje auditivo neonatal, la ley faculta a médicos y enfermeras, las instituciones no requieren contratar audiólogos.
Tamizaje auditivo ocupacional, las empresas tienen médicos de planta y enfermeras, que realizan las audiometrías y hasta confeccionan tapones contra ruido a la medida.
Evaluación auditiva para obtener la licencia de conducir : se pide como requisito un examen de audición, que es realizado por el médico que hace el examen físico para la licencia (lo hacen sin audiómetro por cierto)
Entonces, yo pregunto, si no venden audífonos, de qué podrán vivir los audiólogos...